C/ Sant Pau, 2
Sitges
Me encanta Sitges, voy mucho por allí, a pasear, a bañarnos en sus playas en verano, al Festival de Cine que llena el pueblo de frikys, actores, periodistas y zombis paseantes..., a comer en alguna de las terracitas del Port d'Aiguadolç, o a comprar en sus estupendas zapaterías de diseño.
Y desde luego, de mis primeras excursiones a Sitges en tren, recuerdo el maravilloso olor a chocolate caliente en las calles cercanas a este establecimiento histórico e irresistible. Recuerdo sus colas quilométricas los sabados por la tarde... pero la recompensa merecía la espera. Y sigue manteniendo su calidad aún ahora.
Las Gofras de Sitges abrieron sus puertas por primera vez en 1983 en manos de un matrimonio belga, ofreciendo a los vecinos del pueblo una de las mejores recetas de gofres que actualmente existen en muchos otros lugares de la ciudad. Posteriormente, se introdujeron también las crepes dulces y saladas, que son igualmente recomendables.
Desde luego yo no he probado en la vida mejores gofras que las de Bélgica (si vais a Bruselas tenéis que probar las del puesto de al lado del Manneken Pis... más que deliciosas.... ), pero la verdad es que las de Sitges son las más buenas que he comido después de aquellas.
Los actuales propietarios Javier Campañá y Matthias Dylla, antiguo jefe de pastelería de Harrod´s durante 10 años, conservan el secreto muy bienguardado de tan preciada receta y te atienden de forma amable y simpática.
En fin, no te vayas de Sitges sin haber pasado por las Gofras. Dicen que es pecado...
Bruselas, junto al Manneken Pis |
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