Acerca de mí

Si me gusta vivir en esta ciudad es por todo lo que me enseñó mi padre de pequeña.
Recuerdo estar paseando de su mano por el casco antiguo y el castillo de Montjuic, la parada obligatoria en la tienda de tebeos de 2ª mano de Las Ramblas, el vermut de los domingos en el bar del Rompeolas, las castañas calentando mis manos en invierno, la cabalgata de Reyes frente a los Almacenes El Águila, los bocadillos de la Plaza de Sant Jaume, el olor a abeto de la Fira de Santa Llucia, las patatas de la churrería de Plaza Real junto al taxidermista, que siempre tenía decenas de bichos muertos en el aparador, los jardines de la Universidad donde iba a ver las ranas del estanque con mi hermano. Nadie se atrevía a bañarse en las playas de Barcelona, y Pueblo Nuevo solo era un barrio obrero triste y lleno de fábricas.
Poco queda ya de esa Barcelona. Ahora en el chino ya no hay chinos, aunque convivan más de 60 nacionalidades distintas, las Ramblas ya no tienen más que una de las tiendas de animales que me gustaba mirar de pequeña, se ha convertido en una calle para guiris llena de restaurantes cutres y tiendas de souvenirs regentadas por pakis. Las vías de San Andres ya no se cruzan a pie como entonces. El boom de la inmigración y las remodelaciones de Hereu han cambiado totalmente la ciudad. Ahora hay 2 ciudades, la de cara a la galería, la del turista que viene solo a ver Las Ramblas, el Museo del Barça y el Parc Guell, y la de la economía sumergida, de almacenes chinos y colmados hindús que nunca cierran, y que han arrasado con el pequeño comercio local y aquellos botiguers de toda la vida.
Y aunque muchas veces me agobie y me agote, todavía me gusta pasear por ella. Y por suerte, a veces encuentro un pequeño tesoro... un pequeño restaurante con encanto, una tienda original, un lugar escondido que descubrir…. un Objeto Perdido que, pese a que prefiero que siga siendo desconocido, me apetecía mucho compartir con mis amigos en este Blog.... Además todos me llaman a mí para preguntarme donde comprar algo, o donde comer bien y barato... así que hacía tiempo que me apetecía escribirlo.

Y cuando Barcelona me agobia demasiado, afortunadamente me puedo escapar lejos, a buscar la paz interior... a Cádiz, a Euskadi, Madrid, al Sur de Francia... también os contaré mis lugares favoritos allí, pero guardadme el secreto... Ssssshhhh.... por favor, que sigan siendo Objetos Perdidos.....


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