domingo, 6 de noviembre de 2011

Mad Man

Me fascina la serie "Mad Men", tal vez sea porque cuando yo estudié Publicidad aún era absoluta la hegemonía de las grandes agencias americanas en las que todos soñábamos trabajar.... y la serie es un ejemplo de pulcritud y de ingenio a todos los niveles. Me asombra la perecta recreación de la época: desde los títulos de crédito, la decoración y vestuario (en su mayor parte de Janie Bryant), hasta los vasos y copas que se utilizan para los ríos de alcohol que corren en cada capítulo…

Recortables de Joan Holloway
Cada episodio sobre la agencia de publicidad Stearling Cooper retrata las tripas de una civilización que se tomaba su tiempo para comer y abre las rendijas a relaciones laborales y matrimoniales en las que, de un modo elegante, los ejecutivos se daban codazos y las mujeres, para sobrevivir, eran listas pero no inteligentes.

Tan normal como tomarse el cocktail en la copa correspondiente, hablar de negocios entre encendedores Dupont o acudir al ginecólogo con el cigarro en la mano, era que el psicólogo llamase al marido para ponerle al corriente de la terapia de su mujer. O que una secretaria se escandalizara porque una mujer saltara al otro lado del escalafón laboral. No era machismo; era lo normal.

Barbie "Mad Men"
De telón de fondo la Historia (Kennedy, la crisis de los misiles de Cuba...), mientras el día a día consistía en inventar estrategias para que productos más o menos útiles pasasen a ser artículos de primera necesidad en una sociedad decidida a reinventarse

Nada queda fuera de revista: la familia, la religión, la homosexualidad, la maternidad no deseada o el adulterio. Tampoco la necesidad de guardar las apariencias, la discreción, el compañerismo, el sentido de culpa o la lealtad. Todo contado al ralentí.
Y por si el entramado humano no fuera ya suficiente añaden al argumento secretos de alcoba y sobre todo misterio: ¿Quién es de verdad el creativo estrella de Stearling Cooper Don Dreaper  y qué esconde éste hombre hecho a sí mismo?

Y todo esto gracias a actores geniales: Jon Hamm (a quien el estilismo ha convertido en sex symbol), January Jones en el papel de su traicionada mujer Betty (con ese aire a lo Grace Kelly), Elizabeth Moss, en el papel de la tenaz Peggy Olson decidida a ser ejecutiva a costa de sacrificios ímprobos. O la exhuberante Christina Hendricks como Joan Holloway la jefa de las secretarias....que ha vuelto a poner de moda el estilo de mujer exhuberante y con curvas generosas (graciasssss :-)).


Y es tal la influencia de esta serie en la moda que Banana Republic, una marca de moda que me encanta y que desafortunadamente no se vende en España, ha lanzado una colección retro preciosa dedicada a la serie, con vestidos ajustadísimos a la cintura, escotes generosos años 50.... y hasta Mattel ha creado la Barbie "Mad Men" para los coleccionistas más frikies!!


No os la perdáis... es de lo mejorcito que podéis ver en la TV.... de nada !!!!

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